En septiembre de este año, el Banco Mundial publicó un estudio que señalaba que el riesgo de recesión en 2023 aumentaba a medida que se incrementaban los tipos de interés por parte de los bancos centrales. Esto alentó un debate sobre si un decrecimiento de la economía fomentaría el teletrabajo o, por el contrario, la vuelta a la oficina.
Alerta LinkedIn. Las dudas sobre el futuro del trabajo remoto, que eran muchas, han aumentado todavía más después del anuncio realizado esta semana por Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense, quien confirmó el aumento del precio del dinero un 0,75% para combatir la inflación. Precisamente en Estados Unidos, según un informe de LinkedIn publicado el mes pasado y citado por Bloomberg, las ofertas de empleo en remoto descendieron del 19,8% en marzo al 15,9% en agosto.
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Descenso británico. Al ser datos superiores a los de agosto de 2021 (13,2%), el portal online de empleo plantea la posibilidad de que se haya alcanzado el máximo porcentaje de teletrabajadores en EE.UU. Es la misma pregunta que se hace en relación a los datos de Gran Bretaña, donde las ofertas de empleo remoto han pasado del 16% en enero de este año al 12% en septiembre, culminando el quinto mes consecutivo de descensos.
Mal contexto para el teletrabajo. Otros países donde las ofertas de teletrabajo han descendido son India, Alemania y Francia. Sobre este fenómeno habló recientemente Josh Graff, director ejecutivo de LinkedIn para Europa, Oriente Medio, África y América Latina, en una entrevista para The Telegraph, donde explicó que, cuanto más se oscurecen las previsiones económicas, con más intensidad “el equilibrio de poder se inclina hacia los empresarios”, los cuales tienden a preferir el modelo presencial: tres cuartas partes de los mismos intentan restringir la flexibilidad que proporciona el teletrabajo debido al empeoramiento del contexto económico, según el portal de empleo.
Otro punto de vista. El miedo patronal a que el teletrabajo afecte a la productividad, a pesar de que los empleados afirmen ser más productivos trabajando en casa, ha sido denominado por Microsoft como paranoia de la productividad, y se encuentra muy extendido entre los empresarios. Uno de ellos es el billonario británico Sir James Dyson, quien aseguró que el trabajo remoto destruye el aprendizaje y la colaboración, dificulta el desarrollo de los empleados, impide el acceso a un equipamiento adecuado y mina la seguridad de la propiedad intelectual.
En la misma línea están Andy Haldane, economista jefe del Banco de Inglaterra, y grandes empresarios y banqueros como Elon Musk (que recientemente ha comprado Twitter) y David M. Solomon, CEO de Goldman Sachs.
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Dos piedras en el camino. En definitiva, es posible afirmar que el teletrabajo tiene dos principales escollos. Uno es, como apuntó Caixabank, las economías en las que los sectores como la construcción o el comercio minorista tienen más peso que los servicios de elevado valor añadido -la información, las comunicaciones o las finanzas-, dificultando así el desarrollo del trabajo remoto, siendo este el caso de España.
El otro es la paranoia de la productividad entre los empresarios, transversal a las economías con mayor y menor implantación de teletrabajo, que provoca la vuelta a las oficinas de empleados que podrían realizar su tarea en casa. Y si bien es cierto que el temor a una recesión parece extender este miedo, hay quien ve en el teletrabajo una forma de ahorro, por lo que parece claro que este tema no está zanjado.
Imagen: Unsplash / Corinne Kutz
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La noticia
Las señales son cada vez más claras: es probable que el teletrabajo haya alcanzado su pico
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Fernández
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