RetroanĂ¡lisis de The NewZealand Story, la obra de Taito del adorable kiwi que tira flechas

Uno de los clĂ¡sicos de Taito Corporation que resaltamos entre los mejores de 1988 fue The NewZealand Story, aquel juego en el que controlamos a un kiwi (al pĂ¡jaro, no a la fruta) para rescatar a sus compañeros de una mother foca. Es un juego al que una buena parte de los que vivieron aquella Ă©poca a buen seguro que jugaron, puesto que gozĂ³ de mucha popularidad en su momento, en parte tambiĂ©n por las innumerables conversiones que recibiĂ³ su recreativa. En Vida Extra ¿A quĂ© jugĂ¡bamos en 1988? Estos son los 19 mejores videojuegos clĂ¡sicos de aquel año Un plataformas colorido y simpĂ¡tico de los 80 En su dĂ­a, pude disfrutar de la sensacional conversiĂ³n a Amiga, para muchos la mejor. Tampoco es que fuese un juego exigente, ni mucho menos: en realidad era extremadamente generoso con los check-points al morir y simplĂ³n en cuanto al diseño de las fases se refiere, con tan solo cuatro Ăºnicos mundos (todos ellos, ambientados en Nueva Zelanda, cĂ³mo no) donde apenas variaba el fondo de los escenarios, salvo en su extensiĂ³n, temĂ¡tica representativa y plataformas, claro. El objetivo de The NewZealand Story era rescatar a cada kiwi de Tiki (el pĂ¡jaro protagonista) en cada fase hasta dar con la foca que los secuestrĂ³, tras 16 niveles. A dĂ­a de hoy ya no resulta una tarea tan complicada, aunque sĂ­ que resulta un poco frustrante comprobar cĂ³mo se comporta en el salto, sin casi opciĂ³n a rectificar la direcciĂ³n tan pronto nos impulsamos. Sin ser tan acusado como en las aventuras de Sir Arthur de Capcom, cuando hay plataformas diminutas y muchos pinchos de por medio, se torna un infierno que contrasta con su estĂ©tica. Cabe decir que Tiki muere de un golpe, pero tambiĂ©n puede eliminar a los enemigos de un Ăºnico impacto, salvo que nuestra flecha alcance un tipo especĂ­fico de globos, que cambian de color antes de explotar. ¿Y a quĂ© globos nos referimos? A ese medio de transporte aĂ©reo tan caracterĂ­stico de este clĂ¡sico. Como si de un GTA se tratase, podemos robarle ese vehĂ­culo al rival sin matarlo, teniendo que mantener pulsado el botĂ³n de salto para coger el vuelo. Este movimiento no se aplicaba igual cuando estĂ¡bamos bajo el agua, donde ahĂ­ nos movĂ­amos directamente con el stick, sin preocuparnos de ningĂºn botĂ³n. Ahora bien, habĂ­a un power-up (con el logo de un stick arcade) que facilitaba ostensiblemente el vuelo, evitando que perdiĂ©semos altura y olvidĂ¡ndonos por completo del botĂ³n de salto. Y, cĂ³mo no, tambiĂ©n habĂ­a uno para ganar velocidad. The NewZealand Story, otro clĂ¡sico de Taito Al contrario que otros plataformas de la Ă©poca, cada fase en The NewZealand Story era de diseño cerrado, viendo su extensiĂ³n en el mini-mapa situado en la parte inferior izquierda. Era la pista que nos daba el juego para saber dĂ³nde estaba el kiwi a rescatar, y por lo tanto la salida. Y tras cuatro fases tocaba el jefe, ademĂ¡s, llamando mucho la atenciĂ³n la ballena del primer mundo, puesto que nos podĂ­a engullir para rematarla despuĂ©s desde dentro, al ser mĂ¡s vulnerable ahĂ­. Aparte de las flechas iniciales, tambiĂ©n podĂ­amos conseguir bombas, una pistola lĂ¡ser o un bĂ¡culo de fuego, variando tambiĂ©n el tipo de transporte, que no era Ăºnicamente un globo, sino que podĂ­a ser un cisne o una nave espacial. AdemĂ¡s, bajo el agua, si nos acercĂ¡bamos a la superficie, podĂ­amos escupir un chorro en diagonal que era la mar de efectivo; lo malo era controlar la respiraciĂ³n abajo. Esta obra de Taito se caracterizĂ³ tambiĂ©n por el uso de portales, puesto que la gran mayorĂ­a de enemigos aparecĂ­an de sopetĂ³n, por medio de unas puertas especiales. Lo que no muchas personas descubrieron, fueron otra clase de portales secretos, con los que teletransportarse a otras fases, como el de la 2-1. Y tampoco faltĂ³ la bonificaciĂ³n de las letras EXTEND, tan tĂ­pica de Bubble Bobble. The NewZealand Story gozĂ³ de un remake en 2007 para Nintendo DS llamado The New Zealand Story Revolution, mejorando todos sus apartados, especialmente en lo relativo al control, pudiendo correr, hacer un doble salto o caer hacia abajo de una plataforma, viendo cĂ³mo la segunda pantalla se usaba Ă­ntegra para mostrar el mapa. El original se incluyĂ³ en el Taito Legends de PS2, donde recientemente recordamos otro clĂ¡sico de la compañía nipona, el colorido Rainbow Islands. En Vida Extra ¿A quĂ© jugĂ¡bamos en 1990? Estos son los 21 mejores videojuegos clĂ¡sicos de aquel año ¿Ha aguantado bien el paso del tiempo? SĂ­, pero con reservas. Sigue siendo un plataformas adorable y muy original, pero The NewZealand Story cuenta con un control para el salto mejorable y, para colmo, la simpĂ¡tica melodĂ­a de la aventura acaba agotando debido a que se repite durante todo el juego. Aunque no evita que siga siendo uno de los pĂ¡jaros que no vuelan mĂ¡s inolvidables de los años ochenta, junto con el Flicky de SEGA del 84. The NewZealand Story Plataformas Arcade (versiĂ³n analizada), Amiga, Atari ST, Mega Drive, NES, TurboGrafx-16... Multijugador No Desarrollador Taito Compañía Taito Lanzamiento 1988 Precio No disponible Lo mejor * La estĂ©tica y peculiaridad de su mundo * Poder robarle el transporte al enemigo * Contar con flechas, bombas, lĂ¡seres... Lo peor * El salto en ciertas plataformas pequeñas * La melodĂ­a se repetĂ­a insistentemente * Que no haya una colecciĂ³n de Taito actual - La noticia RetroanĂ¡lisis de The NewZealand Story, la obra de Taito del adorable kiwi que tira flechas fue publicada originalmente en Vida Extra por Jarkendia .
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