Eldest Souls ha logrado crisparme y picarme a partes iguales con cada uno de sus despiadados jefes finales

Los videojuegos es una afición que compartimos millones de personas en todo el mundo, aunque no a todos nos gusta el mismo tipo de géneros. Hay quienes se lo pasan en grande con esos títulos que en ocasiones logran llevar su dificultad al extremo o es lo suficientemente elevada para que resulte un auténtico reto llegar al final, como pueden ser perfectamente todos aquellos que se engloban en la etiqueta soulslike, entre los que está Eldest Souls. He de reconocer que nunca me han apasionado los Dark Souls y juegos similares porque por lo general acaban con mi paciencia tras morir una y otra vez, pero eso no me impide reconocer que son productos que tienen una calidad fascinante y a los que siempre les he dado una oportunidad cuando se me ha planteado. Es por eso que, entre su apartado visual y su propuesta, me apetecía probar este indie de Fallen Flag Studio. En Vida Extra Por qué lo comparamos todo con Dark Souls El resultado de mezclar Dark Souls con Shadow of the Colossus Los creadores de este juego de acción no esconden en ningún en qué se han basado a la hora de desarrollarlo y tras un buen rato jugando se podría considerar perfectamente como una mezcla de Dark Souls con títulos como Shadow of the Colossus o Titan Souls. Por ponernos un poco en situación, el argumento nos sitúa en un mundo en el que los dioses antiguos permanecen en cautividad desde hace mucho tiempo. Gracias a eso la humanidad vive en paz, los reinos han prosperado y se han levantado ciudades en los templos en los que antes se les rendía pleitesía a estas figuras. Sin embargo, la tranquilidad no dura eternamente y ahora los dioses han logrado escapar para desatar toda su venganza contra aquellos que les encerraron. La humanidad está al borde de su extinción. Las ciudades y los campos se han convertido en zonas desoladas en las que no queda ni un alma en pie. Ahí es donde entrará en escena nuestro protagonista, un experto guerrero que partirá en solitario a la Ciudadela, el lugar donde residen estos poderosos dioses con la intención de no dejar ni uno solo con vida, lo que no quiere decir que vaya a ser una tarea fácil, porque lo más normal es que se dé el caso contrario y seamos nosotros los que mordamos el polvo una y otra vez. Más que nada porque en Eldest Souls no nos encontraremos con ningún enemigo aparte de unos imponentes jefes finales, quienes nos plantearán unos enfrentamientos en los que será fácil morir si sois de los que optáis por atacar de frente sin tener ningún cuidado. Cada uno de ellos cuenta con unos ataques y habilidades de lo más letales y capaces de aniquilarnos en apenas unos segundos, así que habrá que tomar decisiones muy rápido y no parar de movernos mientras buscamos el momento perfecto para asestar nuestros mejores golpes. Como es normal, ninguno de estos encuentros será igual al anterior. En lo único que se asemejan es en el hecho de que hay que esquivar los ataques de  estos dioses y atacarles siempre que surja una buena oportunidad para dañarles. Eso sí, el primer requisito será aprenderse bien todos sus patrones, porque cada uno tendrá los suyos e incluso se dividirán en distintas fases a medida que les vayamos reduciendo su barra de vida. Una dificultad que irá en aumento a medida que progresamos Nuestro personaje irá equipado con una espada que prácticamente será igual de grande que él y nuestra única arma para sobrevivir a estos problemáticos encuentros. Entre los ataques básicos podremos asestar unos golpes básicos u otros más potentes si cargamos la espada, pero la habilidad que más presente deberemos de tener en cuenta será la de la esquiva, porque los golpes de los jefes finales abarcarán gran parte del escenario y no nos bastará con simplemente andar de un lado a otro. La cuestión es que también dispondremos de una barra de resistencia que se agotará si utilizamos la esquiva en exceso. Por suerte nuestra espada es capaz de robar vida a nuestros adversarios si les asestamos varios espadazos consecutivos, aunque claro, para eso hay que tener muy claro que no nos van a devolver los impactos estos malditos dioses con los que será fácil que lleguemos a tirarnos de los pelos por lo duros que son. En ningún momento te puedes confiar y pensar que ya está todo hecho, porque cualquier movimiento en falso puede ser perjudicial y eso conllevará comenzar la pelea desde el principio. Y en este caso hablo por propia experiencia porque contra algunos de estos jefes finales he perdido la cuenta de las veces que he tenido que reiniciar el combate, provocando que incluso algunos de ellos me pusieran de los nervios por tener que repetirlo todo una y una otra vez. Aun así, después de morir siempre me quedaba con ganas de volver a la carga, porque tras numerosos intentos te acabas aprendiendo bien sus ataques y puntos débiles y con mucha perseverancia la victoria se acaba alcanzando tarde o temprano. Además, el salir airoso nos otorgará un punto de talento que podremos distribuir entre distintos tipos de habilidades especiales que nos serán de gran ayuda contra los futuros jefes finales, aunque estos se volverán a su vez cada vez más peliagudos. La demo de Eldest Souls ha resultado un buen aperitivo y me ha dejado con ganas de más. Por el momento el juego no dispone de fecha de lanzamiento, así que me tocará seguir practicando con otros soulslike si quiero llegar a tener alguna oportunidad de derrotar a todos estos dioses infernales. * Plataformas: Nintendo Switch y PC en Steam (versión probada) * Multijugador: no * Desarrollador: Fallen Flag Studio * Compañía: United Label Games * Lanzamiento: 2020 * Precio: por confirmar - La noticia Eldest Souls ha logrado crisparme y picarme a partes iguales con cada uno de sus despiadados jefes finales fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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